miércoles, 19 de enero de 2011

Cartas al Padre Jacob

Leila es una asesina condenada a cadena perpetua que, tras doce años de cárcel, recibe el indulto. Antes de dejar la prisión, un funcionario le explica que Jacob, un cura rural anciano y ciego, ha solicitado su ayuda como asistente. Leila acepta esta labor, que consiste en ayudar al párroco a responder las cartas de los fieles solicitando ayuda espiritual. Dos mundos radicalmente opuestos se entrelazan en esta historia sobre el perdón, la amistad, el cuidado del día a día, las dificultades de hacerse mayor y el inmenso poder de la redención.